miércoles, 29 de abril de 2015

El arbol de la vida y Cristo Ahnsahnghong

Hay un importantísimo lugar en la Biblia, que está estrechamente relacionado con nuestra salvación; este lugar es el huerto del Edén. La historia del huerto del Edén nos muestra el origen de los seres humanos y su muerte.

En el huerto del Edén también podemos encontrar un secreto de vida. Después del pecado en el huerto del Edén, los seres humanos están destinados a morir. Entonces, ¿cómo podremos salvarnos de la muerte?
El segundo Cristo Ahnsahnghong nos enseñó que solo los que coman del árbol de la vida pueden ser salvos. Para los seres humanos que pecaron al comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, el único camino hacia la vida es comer del árbol de la vida. No obstante, el camino al árbol de la vida fue bloqueado por Satanás en 325 d. C.

La Biblia profetizaba que Jesús vendría por segunda vez con el fruto del árbol de la vida para dar vida eterna a los seres humanos que estaban destinados a la muerte. Ahnsahnghong nos trajo el árbol de la vida, por eso, la Iglesia de Dios cree en él como el segundo Cristo.

Entonces, ¿cuál es el árbol de la vida? ¿En verdad Cristo Ahnsahnghong nos trajo el árbol de la vida?



El árbol de la vida escondido desde la Creación

Mt. 13:34-35 『Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.』

A través de parábolas, Jesús reveló cosas escondidas desde la Creación. De los 66 libros de la Biblia, ¿cuál tiene la historia de la fundación del mundo? El libro de Génesis.

En el libro de Génesis hay muchas parábolas que muestran la providencia de Dios. Estudiemos la parábola del árbol de la vida.

Gn. 2:16-17 『Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.』

En el huerto del Edén, Jehová Dios puso el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal; y mandó a Adán y a Eva no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Sin embargo, fueron tentados por Satanás y violaron el mandamiento de Dios. Con esto, los seres humanos quedaron destinados a morir, y la muerte entró en el mundo a través del pecado.

Después que Adán y Eva pecaron en el huerto del Edén, ¿no nos habrá dado Dios una oportunidad para salvarnos de la muerte? ¿No habrá un camino para librarse de morir?

Gn. 3:22 『Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.』

Según este versículo, hay un solo camino para que vivamos para siempre, que es comer del árbol de la vida.



La realidad del árbol de la vida es Jesús

¿Cómo podremos comer del árbol de la vida?

En la historia del huerto del Edén, podemos ver que fue Dios quien prohibió a los pecadores comer del árbol de la vida. Entonces, podemos comprender que Dios es el único que puede permitirnos el árbol de la vida. Por eso, Jesús, que es Dios, vino a salvarnos mediante la restauración del árbol de la vida.

Jn. 10:10 『El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.』

Las palabras “Yo he venido para que tengan vida”, significan: “Yo he venido para que coman del árbol de la vida”. ¿Cuál es la realidad del árbol de la vida?

Jn. 6:53-54 『Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.』

En el libro de Génesis, ¿qué se debe comer para vivir para siempre? El fruto del árbol de la vida. Pero ¿qué dijo Jesús que debemos comer para vivir para siempre? Dijo que debemos comer su carne y beber su sangre. Entonces, ¿cuál es la carne y la sangre de Jesús? Es el fruto del árbol de la vida. El fruto del árbol de la vida que estaba en el huerto del Edén, representa la carne y la sangre de Jesús. Al comer la carne y beber la sangre de Jesús, podemos comer del fruto del árbol de la vida que Adán y Eva perdieron en el huerto del Edén. Debemos comer la carne y la sangre de Jesús para tener vida eterna.



El fruto del árbol de la vida es el pan y el vino de la pascua

El fruto del árbol de la vida es el pan y el vino de la pascua Ahora, lo importante es cómo comer la carne y beber la sangre de Jesús, que son la realidad del árbol de la vida del huerto del Edén. Es imposible comer a Jesús mismo. Entonces, ¿qué significan las palabras de Jn. 6:53? Estas palabras se refieren a Mateo 26:17; en este versículo, encontramos la manera de comer la carne y la sangre de Jesús.

Mt. 26:17-26 『El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. […] Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.』

Jesús dijo que el pan y el vino de la pascua son su carne y su sangre, es decir, Jesús mismo. Comer el pan beber el vino de la pascua, es comer del árbol de la vida del huerto del Edén. Hasta aquí, hemos estudiado que el árbol de la vida es una parábola cuya realidad es Jesús, y que la verdad por la que podemos comer la carne y beber la sangre de Jesús, es la pascua.

Podemos entender que el árbol de la vida se nos permite a través de la pascua, y que Jesús, quien nos permitió comer del árbol de la vida, es Dios.



Cristo Ahnsahnghong restauró el árbol de la vida para nosotros

Nosotros, seres humanos, perdimos el árbol de la vida y quedamos destinados a la muerte; pero podemos tener vida eterna gracias a Dios, quien vino en la carne y nos permitió el fruto del árbol de la vida, esto es, el pan y el vino de la pascua. No obstante, el diablo abolió la verdad de la pascua en el Concilio de Nicea en 325 d. C. Esto significa que el árbol de la vida quedó oculto y nadie pudo tener la vida eterna. No podemos esperar la salvación sin la pascua, la verdad del árbol de la vida. En esta situación, el único capaz de restaurar la verdad de la pascua, el árbol de la vida, es Dios, como hace dos mil años.

He. 9:28 『así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.』

El propósito de la segunda venida de Cristo es nuestra salvación. Para traernos la salvación, la pascua es absolutamente necesaria. El que nos ha permitido la verdad de la pascua es Ahnsahnghong.

Por lo tanto, Ahnsahnghong es Cristo que ha venido en esta época de acuerdo a todas las profecías de la Biblia. Él ha restaurado la verdad de la pascua, el árbol de la vida, y nos ha salvado del pecado y de la muerte. Él es nuestro Dios.

lunes, 27 de abril de 2015

El velo

Mt. 22:1-14 『El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; […] Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.』

En estas palabras dichas por Jesús, es claro que hay una regla para el pueblo de Dios de vestir ropas de bodas al participar en el banquete de bodas del cielo. Es una promesa que hacemos con Dios.

Del mismo modo, cuando rendimos culto a Dios, existen ciertas reglas. Los cultos deben rendirse de acuerdo con las enseñanzas de Dios. En primer lugar, debemos estar llenos de reverencia al rendir culto a Dios, y en segundo lugar, las mujeres deben usar un velo.

Todas las mujeres de la Iglesia de Dios usan un velo durante el culto, siguiendo las enseñanzas del segundo Cristo Ahnsahnghong. De esta manera, pueden rendir culto a Dios con reverencia. Los hombres no deben cubrirse la cabeza en el culto.

Dios nos dio la regla del velo como una señal, para representar la autoridad de Dios. Aunque esta regla parece pequeña, no podemos descuidarla. Ninguno de los mandamientos de Dios se estableció sin un significado. Todas estas reglas fueron dadas al pueblo de Dios por ser necesarias para nuestra salvación y permitirnos entrar en el reino de Dios.

Os. 8:12 『Le escribí las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosa extraña.』

Si despreciamos las reglas de Dios, él nos despreciará a nosotros.


El velo de la mujer es mandamiento de Dios

Cristo mandó que durante el culto los hombres no se cubran la cabeza, y que las mujeres se cubran.

Co. 11:1-6 『Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.』
El apóstol Pablo puso énfasis en que sus enseñanzas venían de Cristo, y no de su opinión personal.

1 Co. 11:4-5 『Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.』

A través de la enseñanza de Cristo, descubrimos que los hombres no deben cubrirse la cabeza, pero que las mujeres deben cubrírsela al rendir culto a Dios.

Durante la época de Moisés, la cabeza de la mujer representaba al hombre. Así, era vergonzoso para la mujer descubrirse la cabeza delante de un hombre o perder su cabello. En efecto, cuando un judío escogía casarse con una esclava gentil, tenía que raparle la cabeza para limpiar su anterior ignorancia de Dios.

Las palabras “lo mismo es que si se hubiese rapado”, se refieren a esta vergonzosa situación.


El velo de la mujer se muestra en la providencia de la creación

También mediante la creación, podemos ver que el hombre no debe cubrirse la cabeza, pero que la mujer tiene que cubrírsela en la presencia de Dios.

1 Co. 11:7-9 『Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón.』

Dios creó a Eva como ayuda para Adán. En la obra de la predicación del nuevo pacto, el hombre es la cabeza y la mujer es la ayuda; no obstante, los hombres no deben ignorar arrogantemente a sus compañeras. Como está escrito:

1 Co. 11:11-12 『Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios.』

¿Puede el evangelio cumplirse solo con el trabajo de los hombres? ¿O podrá cumplirse solo con la labor de las mujeres? Hombres y mujeres deben ayudarse mutuamente en la obra del evangelio. Ambos deben dedicarse a sus misiones y ser fieles a sus ministerios y posiciones dadas por Dios.


El velo de la mujer es mostrado en “la naturaleza misma”

Nuestra propia naturaleza, que Dios nos ha dado, nos enseña que los hombres no deben cubrirse la cabeza, pero las mujeres sí.

1 Co. 11:13-15 『Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?』

Este versículo implica que no es propio que la mujer rinda culto a Dios con la cabeza descubierta. Sabemos inconscientemente que el hombre que se deja crecer el cabello luce mal y vergonzoso. Dios dio al hombre “la naturaleza” de no cubrirse la cabeza.

“Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.” De manera contraria al hombre, si una mujer tiene el cabello corto, no luce muy hermosa. Cuando una mujer lleva el cabello largo que le cubre la cabeza, luce bella, lo cual le es honroso. Esto se debe a que Dios dio a la mujer “la naturaleza” de sentirse hermosa cuando el cabello largo le cubre la cabeza.

A través de “la naturaleza misma”, Dios nos enseñó que el hombre no debe cubrirse la cabeza, pero que la mujer debe cubrirse. El versículo 15, “en lugar de velo le es dado el cabello”, significa que Dios utiliza el cabello largo de la mujer para enseñarle inconscientemente que es propio para ella cubrirse la cabeza.

Gracias a que los apóstoles predicaron el evangelio, las enseñanzas de Cristo se difundieron a diversas regiones del Mediterráneo. Inicialmente, la regla del velo era cumplida sin resistencia. Pero conforme la gente defendía la igualdad de géneros, surgió una pregunta: “¿Hay alguna razón para que la mujer use un velo mientras que el hombre no?” En la región de Corinto, las mujeres rechazaron la regla del velo. En un esfuerzo por cambiar su incorrecta forma de pensar, el apóstol Pablo puso énfasis en que la mujer debía cubrirse la cabeza, explicando el profundo significado de esta regla.


El velo de la mujer se puede ver en los títulos de la Biblia

Algunas versiones de la Biblia incluyen títulos que resumen el contenido del capítulo que sigue. Veamos algunos títulos usados para 1 Corintios 11.

La Biblia Latinoamérica – El velo de las mujeres
Biblia Americana San Jerónimo - El hombre debe orar con la cabeza descubierta, la mujer teniéndola cubierta

Estos títulos muestras el verdadero propósito del apóstol Pablo al escribir este capítulo. 1 Corintios 11 es una lista de razones por las cuales las mujeres tienen que cubrirse la cabeza durante el culto. Ningún mandamiento de Dios es trivial. Todos los mandamientos que nos ha dado son para nuestra salvación y para que recibamos bendiciones celestiales. Las mujeres deben cubrirse la cabeza cuando rinden culto o cuando oran, para que puedan glorificar a Dios.

La Biblia dice que la arrogancia es idolatría.


Los hombres no deben cubrirse la cabeza

En algunas iglesias, los sacerdotes se cubren la cabeza; pero esta enseñanza no proviene de la Biblia. Hace mucho tiempo, cuando Moisés descendió del monte Sinaí con los diez mandamientos, los israelitas no pudieron mirarlo directamente al rostro, pues resplandecía después de haber hablado con Dios. El pueblo temía acercársele, por lo que puso un velo sobre su rostro. Y cuando iba a hablar con Dios, se lo quitaba (Éx. 34:29-35). Desde entonces, los israelitas cubrían su rostro con un velo cuando leían en Antiguo Testamento.

Igual como Moisés se quitaba el velo cuando estaba delante de Dios, nosotros tenemos que encontrarnos con Dios (Cristo) sin velo. En este ejemplo, el velo no se refiere al velo que cubre la cabeza de la mujer, sino al velo o lienzo que cubría el rostro de los que leían el Antiguo Testamento.

A través de 1 Corintios 11, podemos entender que la mujer debe cubrirse la cabeza durante el culto y que el hombre no debe cubrirse. Mediante 2 Corintios 3, podemos entender que ahora, sin importar el género, necesitamos quitarnos el velo que cubre nuestros rostros, que no nos permite abrir claramente los ojos para ver la verdad del Antiguo Testamento.

viernes, 24 de abril de 2015

El alma

“¿Qué sucede con el hombre cuando muere?” “¿Realmente tiene el hombre un alma?” “¿Adónde va el hombre cuando muere?” Preguntas como esta han causado gran interés en la historia, pero nadie ha sido capaz de responderlas. Hombres ansiosos de encontrar las respuestas, escribieron mucha filosofía, pero un simple filósofo no puede comprender cómo fueron creadas.

Cristo Ahnsahnghong vino a la tierra, estableció la Iglesia de Dios y nos enseñó que todos los hombres son ángeles que han venido a la tierra por haber pecado en el cielo. Él nos hizo saber lo valiosos que somos y nos reveló el verdadero propósito de nuestras vidas.



El alma se revela en la creación de los seres humanos

Gen. 2:7 『Entonces Jehová dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

“Un ser viviente” significa ‘un espíritu viviente’. El polvo no es la esencia de la vida. Dios no llamó al polvo mismo “un ser viviente”. Solo después que Dios sopló su aliento de vida en el polvo, lo llamó un ser viviente”. Por tanto, la esencia de la vida no es la carne, sino el aliento de vida, el espíritu que Dios sopló en el polvo. La carne de un hombre está hecha de polvo, pero su espíritu fue creado por Dios, y viene de Dios.



Jesús nos enseñó acerca del espíritu

El concepto de “espíritu” se hace más claro en el Nuevo Testamento.

Mt. 10:28 『Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.』

En este versículo, Jesús describe el proceso de la creación en Génesis 2, revelando la diferencia entre la muerte del cuerpo (el polvo) y la muerte del espíritu.

En este versículo, la palabra griega para alma es “pneuma”, que significa “espíritu”.

Jn. 4:24 『Dios es espíritu [pnemua]; […]』

2 Co. 3:17 『Porque el Señor [Jesús] es el Espíritu [pnemua]; […]』

He. 1:14 『¿No son todos espíritus [pnemua] ministradores, […]』


Dios es espíritu y no pertenece a la carne. Jesús es espíritu y no pertenece a la carne. Los ángeles también son espíritus y tampoco pertenecen a la carne. Así, la muerte del hombre puede dividirse en dos eventos: la muerte de la carne y la muerte del espíritu. El diablo u otro hombre, pueden matar nuestro cuerpo, pero Dios es el único que puede destruir nuestro espíritu.

El apóstol Pablo escribió en una carta a la iglesia de Corinto:

1 Co. 2:11 『Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu [pneuma] del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu [pneuma] de Dios.』

Jesús nos enseñó que la verdadera esencia de nuestra vida no es nuestra carne, sino nuestro espíritu.



Los pensamientos del apóstol Pablo acerca del espíritu

Tratamos de comprender la forma de pensar de los apóstoles, porque sus pensamientos se formaron con las enseñanzas de Jesús. Los apóstoles entendieron que nuestra carne es simplemente la morada de nuestro espíritu.

2 Co. 5:1 『Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere [si nuestra carne muriere], tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.』

Nuestro espíritu vive ahora en una morada terrestre temporal (nuestra carne), pero luego vivirá en una casa eterna que Dios ha hecho para nosotros.

2 Co. 5:6-9 『Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor […]; pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuremos también, o ausentes o presentes, serle agradables.』

En esta carta, el apóstol Pablo dice que el Señor [Jesús] habita en el mundo del espíritu y que nosotros moramos en el mundo de la carne, y que por eso estamos ausentes del Señor mientras estamos en el cuerpo. El apóstol Pablo también revela que él y el resto de los santos preferirían estar ausentes del cuerpo y presentes al Señor.

En los versículos anteriores, ¿qué es lo que mora en el cuerpo y luego deja el cuerpo? El espíritu de Pablo, su esencia, es lo que quiere dejar el cuerpo. El cuerpo que lo revestía no era la esencia de su vida, sino su espíritu, que habitaba en su cuerpo. En otras palabras, el apóstol Pablo no vivía para la vida temporal de su morada terrestre (su carne), sino que anhelaba la vida en la casa eterna. Dios le dio este eterno hogar solo después que su espíritu dejó su morada terrestre.

El apóstol Pablo escribió de manera similar en una carta a los santos de Filipo.

Fil. 1:21-24 『Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. […] Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.』

Las palabras de Pablo en 2 Corintios 5:6: “Quisiéramos estar ausentes del cuerpo”, y en Filipenses 1: “Teniendo deseo de partir”, tienen el mismo significado. “Estar ausente” o “partir” significa dejar el cuerpo. ¿Qué cosa habita en el cuerpo o deja el cuerpo? El espíritu de Pablo, su verdadera esencia.

En otra carta a la iglesia de Corinto, Pablo pronunció una revelación que Dios le había mostrado.

2 Co. 12:1-3 『Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),』

Cuando el apóstol Pablo tuvo esta revelación, dijo dos veces: “Si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe”.

De acuerdo con este versículo, ¿qué pensaba el apóstol Pablo, que el espíritu existía separadamente del cuerpo, o que el espíritu no existía?

Si el apóstol Pablo hubiera creído que el espíritu no existía, ¿cómo habría podido decir: “Si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe”? Cuando Pablo tuvo esta revelación –en la que se describía a sí mismo como un hombre al que él conocía, hablando en tercera persona–, no sabía si su espíritu había viajado fuera del cuerpo, o si había ido a ese paraíso en la carne.



Los pensamientos del apóstol Pedro acerca del espíritu

Pedro siempre recordaba lo que Jesús le había dicho antes de su ascensión.

Jn. 21:18-19 『De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios.』

Cuando la vida de Pedro en el evangelio, iba a llegar a su final, se preocupaba por los santos, recordando lo que Jesús le había dicho.

2 P. 1:13-15 『Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaron con amonestación; sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.』

Pedro describió su muerte como “abandonar” el cuerpo, y como su “partida”. Está claro que el que abandona el cuerpo es el espíritu de Pedro. Mientras su espíritu estaba en la carne, el cuerpo se convirtió en su morada; y después de la partida de su espíritu, el cuerpo volvió a la tierra.

Estudiamos los pensamientos de los apóstoles para conocer las enseñanzas que aprendieron de Jesús. Mediante las explicaciones de los apóstoles con respecto al espíritu, podemos entender claramente que Jesucristo había enseñado y revelado que el espíritu existe dentro del hombre.



Mi verdadera vida

Con frecuencia nos preguntamos “¿quién soy?” Algunos dicen que “el hombre come para vivir”, y otros sostienen que “el hombre vive para comer”. Ninguna de estas opiniones es correcta.

Nuestra esencia no es nuestro cuerpo, sino el espíritu que está dentro de él. Nuestro espíritu vive en la morada que llamamos “cuerpo”. Cuando salimos de campamento, permanecemos en una tienda por algunos días, ¿no es así? El tiempo que pasamos en la tienda es breve. Del mismo modo, la vida en el cuerpo (nuestra tienda o morada) es solo temporal.

Si vivimos para el cuerpo físico, estamos viviendo para nuestra casa. La vida debe vivirse para uno mismo, no para las casas en las que moramos.

En la vida de nuestra fe, a veces nos centramos más en la vida física que en la vida espiritual. Si bien es cierto que estamos en el cuerpo y no podemos negar la vida física, debemos llevar una vida piadosa, ya que vivimos en una morada temporal que desaparecerá pronto.

Vivimos en estas moradas por causa de nuestros pecados; pero ya que hemos recibido el perdón de pecados bajo la gracia de Cristo, el Cordero de la pascua, nuestras casas eternas esperan por nosotros. Mientras vivamos en esta tierra, concentrémonos en lo que debemos pensar.

2 Co. 4:18 『no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.』

domingo, 19 de abril de 2015

Culto de Apertura del Semestre para Estudiantes Universitarios 2014

El 2 de marzo, el Culto de Apertura del Semestre para Estudiantes Universitarios 2014 se llevó a cabo en el gimnasio del Instituto de Formación Go&Come de Okcheon. Junto con el culto también se prepararon conferencias acerca de la vida universitaria. Un día antes de iniciar el nuevo semestre para universidades y facultades, más de 2500 estudiantes de todo el país fortalecieron su espíritu de fe, y obtuvieron información útil para una vida universitaria significativa.

Mediante el culto, la Madre despertó en los estudiantes universitarios el orgullo de ser los protagonistas de la profecía: “Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad. Desde el seno de la aurora tienes tú el rocío de tu juventud” (Sal. 110:3), y dijo: “Vístanse de las palabras de Dios en los días en que son más poderosos y sabios, y conviértanse en los jóvenes necesarios en Sion y en la sociedad, tomando la iniciativa en el evangelio y en las buenas obras”. La Madre también los animó: “Josué destruyó Jericó, la fortaleza impenetrable que bloqueaba el camino a Canaán, con un fuerte grito, confiando en las palabras: ‘No temas, esfuérzate y sé muy valiente porque yo estaré contigo’ (Jos. 1:5-9). Jóvenes, la misma misión les es dada a ustedes. Podrían experimentar muchas dificultades en la vida de la fe y en la vida universitaria, pero venzan creyendo que Dios está con ustedes, y entren en la Canaán celestial anunciando la verdad con valor”.

“Cuando estén cansados, solos o confundidos, los que piensan en la Madre Jerusalén y la aman recibirán paz, consuelo y bienestar (Sal. 122, Is. 66:10-14). Lo que más necesitan los jóvenes universitarios, que se dedican a Dios voluntariamente, es el amor hacia la Madre Jerusalén. La existencia de Dios Madre es la noticia que la humanidad está esperando y es lo más sorprendente. Con amor a la Madre, convirtámonos en mensajeros que compartan el amor de la Madre”, manifestó el Primer Pastor Kim Joo-cheol. También sugirió el movimiento WOW MOM para difundir el amor de la Madre a todas las universidades y facultades del mundo. Con un amén resonante, los estudiantes mostraron su firme voluntad de llevar a cabo este movimiento.

Los profesores Lee Hye-gyeong y Gwon Hyeok-jin les dieron orientaciones en la vida universitaria. Con los temas:La universidad y el evangelio”, y “¿Quiénes son los estudiantes maravillosos?”, mostraron los métodos prácticos para una vida universitaria exitosa, y los instó a convertirse en estudiantes maravillosos que practiquen el gran amor de Dios y salven al mundo.
Los estudiantes, que estaban a punto de comenzar su nuevo semestre después de recibir la bendición de Dios Elohim, estaban llenos de esperanza y determinación. “Tenía miedo por una agenda apretada que me abrumaría cuando empezara el semestre. Pero he comprendido que no soy un simple estudiante, sino que soy un estudiante de Dios. Cuando todos estén cansados y exhaustos, compartiré el amor constante de Dios Madre”, expresó el hermano Park Jeong-jin de la universidad Yonsei, haciendo su resolución. “Antes, pasaba el tiempo en la escuela y en la iglesia sin un rumbo fijo, pero desde hoy estableceré un claro objetivo, y predicaré el amor de la Madre con buenas obras y el espíritu extremadamente valiente de los jóvenes, para poder cumplir el Movimiento WOW MOM que sorprende al mundo con la verdad de que Dios Madre existe, y que su amor es muy grande”, dijo la hermana Shim Eun-hye de la universidad Gachon.

Ahora el mundo se está emocionando por los dedicados servicios voluntarios de los jóvenes de la Iglesia de Dios. Nuestra sociedad necesita cada vez más el amor cálido y cariñoso de la Madre, a medida que pierde la ética y el egoísmo prevalece. Con la resolución de alumbrar la luz en este mundo oscuro con el amor de la Madre, los estudiantes universitarios gritaron con un solo corazón: “¡WOW! ¡MOM!”
 

martes, 14 de abril de 2015

Ahnsahnghong hizo la Reforma religiosa verdadera(iddsmm)

Ahnsahnghong hizo la Reforma religiosa verdadera

Labores humanitarias de la iglesia de Nueva York tras el Huracán Sandy [iddsmm]

Labores humanitarias de la iglesia de Nueva York tras el Huracán Sandy [iddsmm]


El huracán Sandy, la súper tormenta que trajo consigo lluvias torrenciales, azotó la costa este de los Estados Unidos incluyendo los estados de Nueva York y Nueva Jersey el 29 de octubre, hora local. El poder destructivo de Sandy estaba más allá de la imaginación. Árboles arrancados, autos e incluso lanchas dispersadas por las devastadas calles. Las estaciones de tren y los distritos bajos resultaron inundados. 8,5 millones de familias quedaron sin electricidad, y más de 50 personas murieron.

Después del huracán, el 30 de octubre, cerca de 160 voluntarios de la iglesia de Nueva York tomaron la delantera en los trabajos de restauración limpiando las calles de Ridgewood. Después de restaurar el área afectada de Ridgewood durante algunos días, unos 200 voluntarios de la iglesia de Nueva York y sus iglesias sucursales se reunieron el 4 de noviembre y se dirigieron a las áreas severamente damnificadas en la costa, como Hoboken en el estado de Nueva Jersey, y Breezy Point y Staten Island en la ciudad de Nueva York. Los voluntarios visitaron cada casa y solucionaron el problema de las aguas residuales sin dudar en ingresar a las casas inundadas, y organizaron los bienes del hogar y limpiaron las casas.

El 11 de noviembre, los voluntarios de la iglesia de Washington D.C. se reunieron tras conducir ocho horas consecutivas, y más de 500 miembros se dirigieron a Toms River en el estado Nueva Jersey y a Breezy Point en el estado de Nueva York. En los noticieros fueron presentados como “el ejército de chalecos verdes” y se reportó que “las víctimas del huracán recibieron ayuda directamente de ellos”.


Las labores de restauración continuaron casi todos los días hasta el 18 de noviembre, y tomó casi 1.300 hombres-día. Billy Gallagher, jefe del departamento de bomberos de la ciudad de Nueva York, se conmovió por el compromiso de los miembros y dijo: “En realidad, somos nosotros quienes deberíamos ayudar a los que sufren por algo tan terrible como esto, pero ahora necesitamos su ayuda. ¡Madre celestial (Dios Madre), muchísimas gracias!” Los voluntarios también instalaron dos carpas en Breezy Point y proporcionaron a las víctimas comida enlatada, productos de higiene personal, ropa, etc.

miércoles, 8 de abril de 2015

La Madre Celestial

La Iglesia de Dios sigue las enseñanzas de la Biblia y cree en el segundo Cristo Ahnsahnghong y la Madre Jerusalén.

En la Biblia, Dios es descrito en plural, y está escrito que Dios tiene una imagen masculina y una imagen femenina. Esto quiere decir que hay un Dios de imagen masculina y un Dios de imagen femenina.
¿Alguna vez se ha puesto a pensar en por qué llamamos “Padre” a Dios?

¿Puede un padre existir sin una madre? Está escrito que las cosas invisibles de Dios se hacen claramente visibles siendo entendidas por medio de las cosas hechas (Ro. 1:20). Entonces, ¿hay alguna criatura que reciba la vida solo de su padre, sin una madre?

Necesitamos estudiar este asunto cuidadosamente.


Los hijos de la promesa

En la Biblia, somos llamados “hijos de la promesa”.

Gá. 4:28 『Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.』
¿Qué nos prometió Dios a los hijos de la promesa? La vida eterna.

1 Jn. 2:25 『Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.』

¿Cómo nos es dada la vida eterna? La Biblia dice que todas las cosas fueron creadas por la voluntad de Dios (Ap. 4:11). Entre muchas criaturas que Dios hizo, pensemos acerca de las madres. Ya que está escrito que Dios creó todas las cosas por su voluntad, también debe de haber creado a las madres de la tierra con cierta voluntad. Como usted sabe, todas las criaturas tienen sus propias madres. Sin madre, ninguna criatura puede existir.

Nuestras vidas físicas son dadas a través de nuestras madres físicas. Las madres forman las manos, pies, ojos y oídos de sus bebés en sus vientres, durante 280 días. Cuando les llega el tiempo, dan a luz a sus hijos con derramamiento de sangre. Recibimos la vida física por el dolor de nuestras madres. Y en cuanto a nuestra vida espiritual, así como recibimos la vida física de nuestras madres físicas, de la misma manera recibimos la vida espiritual de nuestra Madre espiritual.

La Biblia claramente testifica que nuestra Madre celestial existe, y que podemos recibir la vida eterna prometida a través de la Madre celestial.


Las dos imágenes de Dios

Estudiemos la existencia de nuestra Madre espiritual por medio de la Biblia.

Gn. 1:26-27 『Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; […] Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.』

El versículo anterior dice que Dios tiene dos imágenes: masculina y femenina. Hasta ahora, hemos llamado “Padre” a la imagen masculina de Dios. ¿Cómo, pues, llamaremos a la imagen femenina de Dios? Desde luego, la llamaremos “Madre”. Es por esta razón que Dios dijo “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”.

La palabra “hagamos” está en plural. “Elohim” en hebreo es una forma plural de la palabra “Dios”, y significa “Dioses”. Por lo tanto, “hagamos” en Génesis, se refiere a Dios Padre y Dios Madre. Algunos dicen que la palabra “hagamos” indica a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Si lo que dicen fuera cierto, debería haber tres clases de personas en el mundo: a imagen de Dios Padre, a imagen de Dios Hijo y a imagen de Dios Espíritu Santo. Pero en esta tierra hay tan solo dos clases de personas: hombres y mujeres. Por lo tanto, los Dioses en Génesis 1:26 se refieren al Dios de imagen masculina y al Dios de imagen femenina, que son Dios Padre y Dios Madre.


La voluntad de Dios al crear a Eva, la esposa de Adán

Estudiemos más acerca de la verdad de la Madre celestial, por medio de Adán, de quien se habla en el libro de Romanos.

Ro. 5:14 『[…] Adán, el cual es figura del que había de venir.』

El libro de Romanos se escribió después de la ascensión de Jesús, entonces, “el que había de venir” en el versículo anterior, indica a Jesús que viene por segunda vez. Adán fue creado para mostrarnos quién es Jesús en su segunda venida. ¿Pero cuál es la voluntad de Dios en la creación de Eva, la esposa de Adán?

Gn. 2:21 『Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.』

Gn. 3:20 『Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.』

El significado de “Eva” es ‘vida’. Eva es llamada “madre de todos los vivientes”. Dios tenía la intención de revelar al segundo Cristo (nuestro Padre celestial) a través de Adán, y a la esposa del segundo Cristo (nuestra Madre celestial) a través de Eva. En otras palabras, como Eva es llamada “madre de todos los vivientes”, nosotros recibimos vida eterna mediante nuestra Madre celestial. Eva representa a nuestra Madre celestial.


Yo le resucitaré en el día postrero”

Hace 1.900 años, Jesús dijo repetidas veces que en el día postrero resucitaría a los que vinieran a él (Jn. 6:39, 40, 44, 54). ¿Por qué Jesús tiene que esperar hasta el último día para salvar a su pueblo? ¿Qué tiene que esperar? La creación de seis días del libro de Génesis capítulo 1, representa la creación espiritual de seis mil años. Como la creación de seis días finaliza con la aparición de Eva, la creación espiritual de seis mil años ha de terminar con la aparición de la Madre espiritual. Jesús pudo haber dado vida a su pueblo en su primera venida; no obstante, esperó que apareciera la Madre celestial, pues la vida es dada a través de la madre.


Las bodas del Cordero

Estudiemos algunos testimonios de la Madre en el libro de Apocalipsis.

Ap. 19:7 『Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.』

En este versículo está escrito: “Han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado”. Aquí, el Cordero es el segundo Cristo Ahnsahnghong, porque el libro de Apocalipsis se escribió después de la ascensión de Jesús, y trata de las cosas que sucederían en los últimos días. Hace 1.900 años, cuando Jesús vino por primera vez, su esposa no se había preparado. La Esposa del Cordero ha de aparecer en los últimos días.

En el libro de Apocalipsis capítulo 21, la desposada, la Esposa del Cordero, es descrita como Jerusalén.

Ap. 21:9-10 『Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. […] y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,』

El apóstol Pablo testifica que la ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, es nuestra Madre.

Gá. 4:26 『Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.』


Hijos de la libre

El apóstol Pablo testifica que somos hijos de la promesa, hijos de la libre, porque se nos ha prometido la vida eterna a través de nuestra Madre celestial.

Gá. 4:28 『Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.』

Gá. 4:31 『De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.』

Si somos hijos de la libre, ¿cómo llamaremos a la libre? Debemos llamarla “Madre”.
Sin recibir a la Madre celestial, no podemos tener vida eterna. La vida eterna que Dios ha prometido darnos, es dada a través de la Madre celestial.

En esta última época, necesitamos a nuestra Madre Jerusalén, a quien estableció el segundo Cristo Ahnsahnghong. Creamos en Cristo Ahnsahnghong, el Espíritu Santo, y en la Madre Jerusalén, la Esposa, y recibamos la salvación.

miércoles, 1 de abril de 2015

El bautismo

El hombre es un ser mortal. ¿Por qué el hombre se ha hecho esclavo de la muerte? La Biblia nos dice que todos los hombres llegan a morir debido al pecado.

No podemos tener vida si estamos aún llenos de pecado. A fin de recibir la vida eterna, debemos deshacernos de nuestros pecados. El bautismo es el primer paso que damos hacia la salvación. Mediante esta graciosa regla de Dios, nuestros pecados son limpiados y nosotros somos expiados.

Por eso, la Iglesia de Dios realiza el bautismo, de acuerdo a la enseñanza del segundo Cristo Ahnsahnghong.


El origen del bautismo

Dios prometió a su pueblo enviar el profeta Elías para prepararle el camino. Elías apareció antes que Dios viniera a la tierra como el Mesías. El propósito de la venida de Elías era dar testimonio del Mesías, y enderezarle calzada.

Is. 40:3 『Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.』

Juan el Bautista fue enviado para cumplir la misión de Elías. Él predicó las nuevas de arrepentimiento a los israelitas, que no obedecían las palabras de Dios y estaban atrapados en su fe hipócrita.

Mt. 3:7-9 『Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros mismos. A Abraham tenemos por padre; […]』

Mr. 1:4-5 『Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.』

Juan no bautizaba a la gente por su propia voluntad, sino de acuerdo a la orden que había recibido de Dios, que lo había enviado.

Dios estableció el principio del perdón de pecados a través del bautismo, para hacernos entender que el bautismo es una de sus leyes justas dadas para nuestra salvación (1 Jn. 1:33). Por eso, Jesús nos dio ejemplo cuando Juan el Bautista lo bautizó, para instituir el bautismo como una ley sagrada.

Mt. 3:14-15 『Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.』

Mt. 21:32 『Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; […]』

El bautismo, la verdad de la justicia, no era tan solo una ordenanza para testificar a Jesús, sino también una ley del nuevo pacto, pues Jesús mismo bautizó a la gente y dio ejemplo al bautizarse con agua (Mt. 3:16).

Jn. 3:22-23 『Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba. Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.』


¿Cuándo debemos bautizarnos?

El bautismo es el primer paso para recibir la gracia de Dios y el perdón de los pecados. Es como el bautismo de un bebé que sale del vientre. Como nuestro cuerpo nace del vientre y aprende una por una las cosas del mundo, así también nuestro espíritu se deshace de los pecados y las transgresiones mediante el bautismo, y nacemos de nuevo como hijos de Dios; y después del bautismo, aprendemos la providencia de Dios y los secretos del reino de los cielos.

Ef. 1:7-9 『en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,』

Sin recibir el perdón de pecados, no podemos recibir la sabiduría para reconocer a Dios. Por tanto, va contra la voluntad de Dios insistir en que el bautismo debe realizarse después de seis o doce meses de estudio. Si queremos creer en Dios, debemos bautizarnos primero; luego, tendremos la oportunidad de participar en la naturaleza divina de Dios en la vida de la fe.

Aquí hay algunos ejemplos de los que escucharon las buenas nuevas de Jesús y participaron en la justicia de Dios al bautizarse.

Un eunuco que estaba sobre todos los tesoros de Candace, reina de los etíopes, se bautizó mientras viajaba por el camino, inmediatamente después que Felipe le dio testimonio de Cristo (Hch. 8:27-38). Una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, recibió el mensaje de Pablo y creyó en Jesús; y ella y su casa se bautizaron de inmediato (Hch. 16:13-15). Y un carcelero, que guardaba la puerta de la prisión donde Pablo y Silas estaban encerrados, escuchó acerca de Jesús, e inmediatamente él y su familia creyeron en él y se bautizaron (Hch. 16:25-33).
El bautismo significa el renacimiento de nuestro espíritu y es el punto de partida de nuestra fe en Dios.

A través del bautismo, prometemos a Dios que nos arrepentiremos de nuestros pecados pasados y que seguiremos la voluntad de Dios. A cambio, Dios promete que nos recordará al momento del juicio.

Supongamos que una iglesia insiste en que un hombre debe bautizarse seis o doce meses después, luego de que su fe crezca. Si ese hombre muere antes de terminar de aprender las doctrinas de dicha iglesia, sin haber obtenido la promesa de la salvación de Dios, ¿quién será responsable por su alma?


El bautismo y el renacimiento

Todos los hombres están destinados a la muerte por causa de sus pecados. El reino de los cielos es un lugar donde nuestros cuerpos físicos no pueden poner un pie. Aunque nuestros cuerpos son esclavos del pecado y están destinados a la muerte, Dios nos permite la oportunidad de volver al cielo. Para entrar en el eterno reino, nuestro espíritu debe nacer de nuevo.

Jn. 3:3-5 『Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.』

Para nacer de nuevo, nuestro cuerpo primero debe morir para pagar nuestros pecados. Para hacernos comprender este principio del perdón de pecados y el renacimiento, Jesús expió nuestros pecados derramando su sangre en la cruz y resucitando luego. Como Jesús murió en la cruz, nuestro cuerpo debe ser sepultado mediante el bautismo. Y como Jesús se levantó de la muerte, nosotros hemos de nacer de nuevo como justos, solo después que nuestros pecados sean perdonados por la gracia de Cristo.

1 P. 3:21 『El bautismo que corresponde a esto [al agua] ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) […]』

Ro. 6:3-11 『¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. […] Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; […] Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.』

El propósito de la ley del bautismo no es limpiar la suciedad de nuestro cuerpo, sino lavar el pecado de nuestra alma, para que revivamos


El bautismo y el libro de la vida

Jesús dijo: “El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. “Nacer de nuevo” significa nacer por segunda vez, del Espíritu (Jn. 3:1-8). Como el nombre de una persona se inscribe en un registro cuando nace, así también el nombre de uno se inscribe en el libro de la vida después de nacer de nuevo del Espíritu. Por tanto, cuando alguien se bautiza, su nombre se escribe en el libro de la vida de la iglesia y, lo más importante, también en el libro de la vida del cielo.

Mt. 16:19 『Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.』

Así, cuando el nombre de una persona se escribe en el libro de la vida de la tierra, también se escribe en el libro de la vida del cielo. El apóstol Pablo dijo:

1 Co. 4:15 『[…] pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.』

Fil. 3:20 『Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, […]』

Fil. 4:3 『Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.』

Y Jesús dijo:

Lc. 10:20 『Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.』

Sal. 69:27-28 『Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia. Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos.』


Aunque creamos fielmente en Dios, si nuestros nombres no están escritos en el libro de la vida, nunca podremos entrar en el reino de los cielos. Como está escrito:

Ap. 20:15 『Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.』

Ap. 21:27 『No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.』

Is. 4:3-4 『Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes, cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sion, y limpie la sangre de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación.』


El profeta Daniel escribió:

Dn. 12:1 『En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.』

Pero David, el autor de Salmos, escribió:

Sal. 69:27-28 『Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia. Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos.』

Aunque el nombre de uno haya sido escrito en el libro de la vida, puede ser raído de él si comete algún pecado imperdonable.

Ap. 3:5-6 『El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.』

Mediante el bautismo, recibimos el perdón de nuestros pecados, nuestros nombres se escriben en el libro de la vida del cielo y nacemos de nuevo con una nueva vida, como Jesús resucitó de los muertos. Por esta razón debemos bautizarnos. Si no nos bautizamos, no podemos celebrar la pascua, y sin celebrarla, nuestros nombres no pueden escribirse en el libro de la vida. Debemos bautizarnos y guardar la pascua, para poder escapar de las plagas postreras y entrar en el eterno reino de los cielos.